Análisis, críticas y reseñas

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La saga de la Fundación es, según el propio Asimov, una especie de historia del futuro. El escritor nunca tuvo la intención de crear una obra magna con un principio y final, sino que a medida que escribió los libros se dio cuenta de que podían unirse en muchos planos argumentales con los que poder generar un orden cronológico de hechos dentro de un mismo universo. Para que se entienda, si en la galaxia de la Fundación no hay extraterrestres, no los encontramos en ninguno de los 15 libros que forman la saga. Todos tienen en común el mismo pasado y futuro, los mismos héroes y personajes clave y los mismos sistemas y planetas.

Se ha comparado la Fundación con otras sagas y space opera como Star Wars o Star Trek, Dune o Battlestar Galactica. Lejos de caer en el fanatismo, estas comparaciones caen por su propio peso cuando comparamos la cantidad de palabras escritas y la profundidad de los personajes o realidades socio-culturales. Con quien podemos establecer una comparación, contando además con la autorización del propio Asimov, es con el Imperio Romano. Las primeras novelas de la Fundación, en los años 50, se inspiraban en la caída del Imperio Romano de Occidente, siendo la obra Historia de la decadencia y caída del Imperio Romano, de Edward Gibbon, la inspiración de cabecera para el autor ruso. Incluso uno de los personajes principales, el general Bel Riose a las órdenes del emperador, está directamente inspirado en Flavio Belisario, un famoso general del Imperio Bizantino (505-565) cuyas campañas militares podrían parecerse a las llevadas a cabo por el propio Riose.

Elementos narrativos y de estilo en común en toda la saga

Muchos críticos (en el buen sentido de la profesión) comentan que, así como Asimov no fue nunca un gran escritor en cuanto a la técnica y metodología, sí tenía una imaginación mayúscula, una facilidad inédita para la escritura (escribió más de 500 volúmenes y 9000 cartas y postales) y una gran capacidad para el diálogo. Suponiendo que todo autor conoce sus defectos y virtudes, Asimov ofrecía en sus obras grandes diálogos y pocas descripciones, sobretodo aquellas de aspectos técnicos que, con tal de reforzar la credibilidad de la tecnología que inventa, ponen el riesgo la atención del lector. Para él no era tan importante saber cómo se viajaba a través del espacio sino saber que se viaja a través de él por alguna razón.

Es difícil encontrar grandes descripciones de personajes, más allá de algunos elementos básicos que ayudan al lector a confeccionar en su cabeza la fisonomía de estos. Tampoco las relaciones sentimentales son narradas con gran detalle. Únicamente hacia el final de la obra, el autor se explaya algo más en la descripción de los viajes interestelares y en el funcionamiento de la nave Estrella Lejana (Far Star).

Una de las herramientas narrativas que suele utilizar es la dualidad entre el protagonista y la acción por un lado, y el diálogo entre el villano y su mano derecha, un personaje este último que se suele repetir en diversas ocasiones.

El elemento temporal no tiene una estructura rígida y difiere entre los diferentes libros. Mientras que, por ejemplo, en Preludio a la Fundación, la acción sucede en el periodo de unas semanas, en Hacia la Fundación conocemos diferentes momentos en la vida de Hari Seldon, al principio con 40 años, después con 50, 60, 70 y, finalmente, 80, haciendo saltos temporales de una década. En Fundación se narran diferentes momentos históricos en los albores de la Fundación, mientras que en Fundación e Imperio y Segunda Fundación vemos cómo asistimos a dos momentos históricos diferentes en cada libro. Sin embargo, lo que curiosamente se repite casi a modo de norma es la medida de cada capítulo de los libros, de un 5% de media del total de páginas.

Héroes de la Fundación: los personajes principales de la saga

Este sería un gran debate, intentar encontrar (o ponernos de acuerdo) el personajes más importante e influyente en el universo de la Fundación. Vayamos por partes y veamos el olimpo de los héroes/heroínas:

HARI SELDON
Es fácil caer en la tentación de nombrar a Seldon el personaje más influyente en toda la saga. Sin duda es un debate complicado, no hay que olvidar sus grandes aportaciones: la psicohistoria, el establecimiento de la Fundación y la idea de la Segunda Fundación. Gracias a Seldon tenemos un Plan, un método para abreviar los tiempos de la oscuridad bárbara. Con su Plan, en lugar de 30.000 años, la Fundación será capaz de crear el Segundo Imperio en tan solo 1.000 años. Pero para llegar a Seldon, debemos remontarnos a las acciones de otros personajes que lo han permitido.

R. DANEEL OLIVAW
El gran protagonista atemporal de la saga. Daneel es el robot que vela por la humanidad, que siempre está allí detrás trabajando por el bien del ser humano. Lo conocemos muy pronto, ya en el segundo libro de la saga, Bóvedas de acero, y no nos abandona durante toda la serie de los robots. Nos lo volvemos a encontrar en las precuelas de la Fundación y le decimos adiós en el último capítulo del último libro, Fundación y Tierra. De la mano de su naturalidad robótica, que lo hace casi infinito, y de sus poderes mentales, Daneel siempre está ahí, siempre vigila. Pero para que Daneel haya llegado a tener ese rol, debemos ver quién lo fabricó y de dónde sacó esas capacidades.

DR. HANS FASTOLFE – R. GISKARD REVENTLOV
Debemos retrotraernos a la serie de los robots para recordar al Dr. Hans Fastolfe, el robotista que fabrica a Daneel y a Giskard, un robot, en esta ocasión no humaniforme, con capacidades mentales. No es que se pueda decir que si no hubiera sido por Fastolfe, otro científico hubiera creado robots humaniformes. En los libros se deja bien claro que es el único capaz de hacerlo, al menos con la calidad que le atesora. En el caso de Giskard, no es Fastolfe quien le programa con habilidades mentales, lo que nos lleva al siguiente personaje clave en el olimpo.

DRA. VASILIA ALIENA/FASTOLFE
Si somos un poco picajosos, podemos decir que Vasilia ES EL PERSONAJE MÁS IMPORTANTE DE LA SAGA. Me explico: Seldon elabora la psicohistoria con la que permite a la humanidad tener una herramienta para cuidarse a sí misma, labor que hasta entonces había realizado Daneel. El robot ayuda a Seldon en esta empresa. Quien le enseña o cede sus capacidades mentales a Daneel para esta gran labor es el robot Giskard justo antes de desactivarse. La inacción de Daneel y Giskard en el desenlace de Robots e Imperio permite que el malvado plan de Amadiro y Mandamus triunfe, lo que eventualmente hará que la Tierra se vuelva inhabitable y, por ello, ocasionará que la raza humana se extienda por la galaxia. Pero todo esto no se podría conseguir sino fuera por la inocencia de una niña pequeña que un buen día recibió como regalo de su padre un robot con el que jugar y experimentar. Esa niña era Vasilia y el robot era Giskard. Asimov nunca explica cómo consigue una niña tan pequeña programar los circuitos positrónicos de su robot para otorgarle capacidades mentales. Ese es el punto de salida de todo. Sería triste una interpretación paternalista en la que el devenir de la humanidad está en manos de dos robots, el primero de ellos modificado involuntariamente por una niña pequeña, sino fuera por otro de los personajes esenciales en la saga.

ELIJAH BALEY
Como lector, hay tres maneras de afrontar la obra de la Fundación: leer los libros en orden aleatorio, en orden cronológico real (cuando fueron escritos), en orden cronológico literario (según el timeline de la saga). Si el lector opta por esta última, se encontrará, previo a un fabuloso Yo, robot que podría funcionar perfectamente como prólogo, con el gran protagonista de la primera parte de la saga: Elijah Baley. Se trata de un policía terrícola al que se le encargan diferentes casos en los sucesivos libros. Lo que Baley no sabe es que su presencia bastará para garantizar el futuro de la humanidad. Durante esta primera parte descubrimos cómo Giskard ha elaborado un plan para atraer a Aurora a Baley y poder estudiarlo. Su intención es conocerlo como humano, como persona, rastrear sus emociones y ambiciones. Si el juicio de Giskard es positivo, permitirá a Fastolfe ganarle la batalla a Amadiro y, a la postre, concederá la oportunidad a los terrícolas de enfrentarse a la ardua empresa de colonizar la galaxia y extender la raza humana hasta sus confines. Y todo ello gracias a haber conocido a Baley y haber descubierto la bondad que habita en él.

GOLAN TREVIZE
Por último, hay un personaje que merece una mención especial. Es cierto que aparece en las últimas secuelas de la saga, para muchos vilipendiadas por su escasa calidad literaria. Eso no quita que formen parte de la historia y que, por lo tanto, debemos tenerlas en cuenta a la hora de valorar los hechos. Así como Baley, un policía terrícola bondadoso que, involuntariamente, será juzgado por un robot para decidir el futuro de la humanidad, Trevize es un político y militar de la Fundación que será escogido por Gaia (y Daneel, quien está detrás, a la sombra del planeta) para que, en esta ocasión, su juicio sea quien decida el futuro de la raza humana. Y no es precisamente una decisión cualquier, ya que deberá escoger entre el futuro del Segundo Imperio bajo el liderazgo de la Fundación, el nuevo imperio bajo los mandatos en la sombra de la Segunda Fundación, o el proyecto Galaxia tomando Gaia como modelo a imitar.

Así pues, ¿quién es el personaje más importe e influyente de toda la saga? El debate está abierto y opiniones hay como colores. Pero podríamos estar de acuerdo en una respuesta más o menos diplomática: no lo es ninguno de ellos en particular. Todos tienen una importancia capital en la historia y todos están, de alguna manera, conectados entre sí.