R. Giskard Reventlov

NOMBRE: R. Giskard
APELLIDOS: REVENTLOV
CONDICIÓN: Robot con habilidades mentales
NACIMIENTO: Aurora
LIBRO: Los robots del amanecer, Robots e Imperio.

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R. Giskard Reventlov es uno de los personajes más importantes de toda la saga de la Fundación, sino el que más. Aparece por primera vez en Los robots del amanecer, como un robot ayudante del Dr. Fastolfe. Junto a R. Daneel Olivaw, ayudará a Elijah Baley a resolver el caso del robot asesinado y, posteriormente en Robots e Imperio, contribuirá a la prosperidad y florecimiento de la humanidad en la galaxia.

Giskard, como se le conoce habitualmente, fue creado por el Dr. Fastolfe para que cuidara de su hija Vasilia. Cuando ésta era pequeña, trasteaba sus circuitos y practicaba con él sus habilidades como incipiente científica y programadora. Sin darse cuenta, programó sus circuitos positrónicos con una habilidad que el robot mantuvo en secreto durante muchos años: la capacidad de penetrar en las mentes, siendo capaz de manipularlas y sentir las emociones. Vasilia nunca se dio cuenta de esta habilidad hasta que, una vez adulta, la descubre en «Robots e Imperio».

Antes que ningún otro humano o robot, es Elijah Baley quien descubre sus habilidades al final de «Los robots del amanecer». Bajo el árbol, Giskard le confiesa que toda la acción ha sido urdida por éste. Al estar de acuerdo con las apreciaciones del Dr. Fastolfe respecto a ser partidario de que los terrestres capitaneen la colonización de la galaxia y evitar una sociedad basada en la cultura de C/Fe con humanos longevos; para asegurarse de ello se da cuenta que necesita estudiar en profundidad un terrestre bueno. Es conocedor de Baley ya que el Dr. Fastolfe ya había trabajado con él, así que es Giskard quien manipula a Jander e introduce en la mente de Gladia la idea de que el mejor para resolver el caso es Baley, sabedor de que ésta se lo transmitiría a Fastolfe. También es quien introduce la idea de la psicohistoria en la mente de Fastolfe porque algún día será necesaria, ahora que la existencia de los mundos espaciales como culturas robotizadas formadas por seres humanos longevos está llegando a su fin y empieza una oleada de expansión humana desarrollada por seres humanos de vida corta y sin robots.

Giskard cree que habrán más robots como él en el futuro pero, en un futuro más lejano, no existirán los robots. No le gusta las sociedad de Aurora ni la de la Tierra actual, donde viven en grandes cúpulas de acero y no salen al espacio.

Su papel en «Robots e Imperio» es aún mayor, ya que conocemos, gracias a las conversaciones que mantiene con Daneel, la cantidad de veces que manipula las mentes en favor de sus intereses, que son los de la humanidad. Asiste a la creación de la Ley Cero, inventada por Daneel y a quien ayuda en el desarrollo y consecución de la idea.

Al final del libro, no evita voluntariamente el malvado plan del Dr. Amadiro y el Dr. Mandamus de convertir la Tierra en radiactiva, ya que estima que esta acción malvada, a la larga, será beneficiosa para el resto de los humanos, que se verán obligados a salir a la galaxia y hacer una segunda gran colonización. Aunque esta decisión es tan crítica que sus circuitos positrónicos la soportan debido a las leyes de la robótica ya que, en realidad y a corto plazo, está causando mal a los humanos. Finalmente muere por esta decisión, pero antes le transfiere sus habilidades a Daneel y le encomienda 4 misiones: desactivar todos los robots humanoides restantes, proteger a Gladia y velar por su relación con DG Baley, supervisar el traslado de los humanos a otros mundos, y buscar a los solarios desaparecidos, quienes «pueden ser importantes».

Por último, destacar que, así como se revela que fue Vasilia quien le programó con dichas habilidades, nunca se dice exactamente cómo lo consiguió.

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